El gallo canta, y con su pequeño acto desencadena un efecto dominó de proporciones épicas, ¡cataclísmicas! Sus personajes increíbles y situaciones llenas de humor componen una divertida obra para leer en voz alta y reír a carcajadas.
Una retahíla de situaciones sorprendentes en la que el lector participa de manera activa, completando con su imaginación todo aquello que no se cuenta con palabras.